29 de març 2010

El libro digital en su laberinto

(EL CULTURAL, 26.03.2010)

En 2009 la venta de eBooks en España sumó más de 250.000 descargas y 100.000 dispositivos lectores. Si la oferta de novedades al fin se amplía y se ajustan los precios, las cifras explotarán en 2010. Ante la inminente popularización, el mundo del libro vive revolucionado, a vueltas con las nuevas plataformas y los derechos de autor. En El Cultural aclaramos el panorama y escuchamos a los actores implicados.

A los últimos datos conocidos sobre venta de eBooks (libros electrónicos) y de eReaders (dispositivos de tinta electrónica para la lectura) se suman, en un baile imparable, comunicados, disputas y toneladas de vaporware (anuncios sobre futuros productos que, finalmente, no salen a la venta). Todos los que quieren tener algo que decir en el negocio editorial estudian al enemigo y afinan su artillería. Y temen que la digitalización los haga picadillo, como ha ocurrido con las discográficas. En 2009 se descargaron más de 250.000 eBooks de webs comerciales, según las principales proveedores. ¿Cuáles son los últimos datos de esta revolución que ha puesto ya patas arriba al mundo del libro?
Los hechos
En España las ventas por fin se han disparado: un 500% más de eBooks vendidos en 2009 según fuentes de las librerías electrónicas, y más de 100.000 lectores en manos de los españoles. Publidisa, la primera empresa española de creación y comercialización de libros digitales, que gestiona las ciberlibrerías de El Corte Inglés, la Casa del Libro y Todoebook.com, entre otras 40, ofrece los datos de referencia de un mercado naciente y aún confuso. Su fondo digital dispone de más de 20.000 títulos y suma 100 nuevos cada día. Sirven cada mes más de 20.000 descargas de 450 editores distintos (aunque aún no de los grandes) y para todo tipo de dispositivos lectores. ¿Sus primeros eBestsellers? Las novelas románticas de Harlequin que venden a tres euros.

Y es que proliferan las librerías virtuales, como Amabook, de la que desde su nacimiento, hace apenas seis meses, afirman servir 3.000 libros descargados mensuales de sellos tan diversos como Urano, RBA, Umbriel o Gredos. A finales de mayo nacerá la publicitada alianza de las grandes editoriales formada por Santillana, Planeta, Random, SM, Roca o Anagrama. Empresas de telecomunicación como Vodafone o Telefónica también preparan plataformas de comercialización inminentes. En 2009, en España, según datos del Ministerio de Cultura, 8.500 de los 95.000 libros editados lo fueron en versión digital. Las editoriales se atreven con la publicación electrónica y digitalizan a toda prisa sus fondos al formato que ya se vislumbra como estándar: el epub. Empresas ajenas en principio a la actividad entran en el negocio. Los autores intentan ajustar al alza los contratos por las versiones electrónicas de sus obras. Y todo el mundo quiere que le regalen un eReader (aún no bajan de los 200 euros).

Si el problema más grave que ensombrecía el futuro del eBook en España -la escasez de títulos y novedades- se soluciona, la industria explotará. Pero las editoriales deben darse prisa y ajustar los precios porque las novedades sí se pueden descargar ya gratis en la red en las tan mentadas redes que tanto daño han hecho a las multinacionales de la música y del cine que se empeñaron, erróneamente, en defender un modelo caduco.

La librería de pasado mañana
Tres poderosas incógnitas se erigen, como amenaza u oportunidad. ¿Cómo será la librería de pasado mañana? ¿A qué precio? Y, ¿sorteará la industria las descargas gratuitas y el “síndrome del CD”?
Los eBooks se leen en dispositivos lectores de tinta digital, tan descansada para la vista como el viejo negro sobre blanco, y los hay numerosos en tamaño y precio, aunque aún no ofrecen ni una conectividad adecuada, ni pantallas táctiles, ni color. El kindle de Amazon es el rey y dispensa ya 2.127 libros en español. No sólo libros. Los periódicos brincan también a la realidad digital, tan preñada de posibilidades, y preparan sus contenidos para la lectura en kindles, eReaders, ipads, móviles y similares. Entre las más avanzadas propuestas está disponible ya el recién nacido Orbyt de El Mundo.

Juan González de la Cámara lleva las riendas de Granmata, la única empresa 100% española que comercializa el popularísimo lector Papyre, del que en 2008 se vendieron 4.500 unidades y, en 2009, 32.000. Su visión del cambio es radical. Vaticina que en 2011 se llegará al punto de inflexión en el que una tecnología supera a la anterior (50.000.000 de lectores vendidos en todo el mundo) y que en 10 años el eBook será mayoritario. Sus recomendaciones para la supervivencia se basan en “la edición y filtro de contenidos extras al libro (cartas de los lectores, prólogos, epílogos, comentarios, imágenes, etc.). Y los libreros habrán de fidelizar y recomendar libros. Además, deberán promover actos de contacto físico: reuniones culturales, lecturas, presentaciones de autores, etc”.

Arcadi Espada, profesor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, subraya la urgencia de la reconversión, pues las figuras actuales “no sobrevivirán como las conocemos. Yo creo, por ejemplo, que los libreros deberían convertirse en libreros web, básicamente. Capaces de organizar una tienda virtual y de ajustar su perfil profesional al de un intermediario cultural, que va a ser una profesión cada vez más importante. Y, por cierto, no veo que en España se esté por la labor. En cuanto al editor también habrá cambios. Deberá leer los libros que publica, por ejemplo, aunque sea por encima: no hay duda de que los nuevos ingenios facilitarán su tarea”.

Impasse en Palabras Mayores
Testigo y protagonista de medio siglo de literatura española, la agente literaria Carmen Balcells lanzó a comienzos de 2009 Palabras mayores, una editorial electrónica que ofrecía las obras de los autores de la agencia a cuatro y cinco euros. Hoy comercializa 70 títulos, como El camino del recientemente fallecido Miguel Delibes, Campos de Níjar, de Juan Goytisolo o Bestiario, de Cortázar. El primer año ha sido de tanteo y la empresa afronta ahora un impasse pues han vendido, dice Balcells, “poquísimos ejemplares”. “La idea de incluir a mis autores en un portal para estar presentes en este nuevo formato no era tanto por la retribución, como por el aprovechamiento oportuno e inmediato de un soporte poderosísimo”. Al preguntar por la
gran plataforma que están a punto de lanzar las grandes editoriales responde, irónica: “Es sorprendente bajo dos puntos de vista. El primero, que se han olvidado de que son competidores, y el segundo, que es una solución apocalíptica para parar un chubasco”.

A Joaquín Rodríguez, especialista en libro digital y autor del blog de referencia Los futuros del libro no le sorprende la profusión de plataformas: “Es natural que las compañías telefónicas y de comunicaciones crean que pueden convertirse en intermediarios de la misma naturaleza que los editores. Si los libreros, los distribuidores y los editores pretenden plantar cara a un fenómeno imparable, deberá ser con las mismas herramientas y en los mismos términos, es decir: generando plataformas que conecten digitalmente a todos los agentes de la cadena de valor del libro”.

Los 9'95 dólares de Amazon
En lo que respecta a los precios nadie parece aclararse aunque todos saben que sólo los primeros en acertar sobrevivirán a la presión de lo cibergratuito y a la inoperancia de los DRM, los mecanismos de protección anticopia. ¿Cuánto debe costar un eBook para evitar la tentación de la Descarga? Parecía haber un eje evidente en torno al cual pivotar: 10 euros. Tal era la cantidad (9'95$) por la que vendía sus eBooks Amazon cuando jugaba con la exclusividad que le proporcionaba el kindle. Amazon compraba los títulos al 50% del precio en librerías y los vendía a 9'95$. Perdía un mímimo de 5$ en una operación de dumping cuyo beneficio era un mercado cautivo. Hasta que MacMillan exigió un 70% y Amazon retiró temporalmente sus libros. Apple ha reaccionado ofreciendo libertad de precios a los editores y Google Books..., pues todos esperan ansiosos su movimiento -cuando logre salir del embrollo judicial-, de capital importancia por su tremendo peso y alcance, del que da cuenta su gigantesco fondo digital de diez millones de títulos que podría servir a todo tipo de dispositivos.

Ajuste de precios
El ajuste de precios dista mucho de zanjarse. Los editores parecen apostar por comercializar sus eBooks al 70% del precio del equivalente en papel, unos 12-14 euros de media frente a los 20 euros tradicionales, pero el mercado podría tirar los precios en cuanto la demanda aumente o el lector elegirá, una vez más, el gratis total. Santos Palazzi, director de Mass Market de Planeta y capitán de la alianza de las grandes editoriales que arranca en mayo, argumenta que “el precio de un eBook estará determinado por la demanda potencial que éste pueda tener y los costes asociados a su desarrollo. El PVP debería estar alrededor de un 70% del libro físico. Este diferencial del 30% se justifica por el ahorro directo que obtiene el editor”.

¿Y cuánto se embolsaría el autor que hoy se lleva el 10%?: “Debería percibir una cantidad semejante a la que recibe hoy. Esto implicará un incremento del actual royalty, ya que éste se calcula sobre el PVP digital que será inferior al del libro impreso”. Para Joaquín Sabaté, editor de Urano y promotor de Amabook”, el eBook no debería costar más que un libro de bolsillo si queremos que este canal no se resienta. El autor debería recibir algo más, pero no olvidemos que todo el riesgo de éste nuevo canal lo asume el editor. Un porcentaje del 25% del ingreso neto para el editor me parece justo. Tiene margen para imputar los costes de la conversión de archivo y el autor recibe de partida una cantidad cercana al 12'5% en lugar del 10%”.

Libros libres de editores
Los autores discrepan y saben que la tecnología les permitirá mañana, hipotéticamente, prescindir de editores y liberar directamente en la red sus libros. Así lo cree Lorenzo Silva, sumergido en la promoción de su última novela, La estrategia del agua (Destino): “Pienso que en el entorno digital, si se quiere mantener una proporción correcta, y sobre todo, evitar que los autores con más capacidad de difusión se creen canales propios de distribución (lo que es perfectamente viable), la remuneración al autor debería ser en términos generales igual o superior a la del editor, lo que en porcentaje sobre el precio final debería situarse en el 30%.
Coinciden con Silva autores como Iván Thays, finalista del premio Herralde 2009 por Un lugar llamado Cabeza de perro o Alberto Olmos, que en 2009 ganó el Ojo Crítico con El estatus (Lengua de Trapo). Dice Thays: “La remuneracion del autor de hecho tendría que subir, porque los costes de impresión y distribución bajan, además del beneficio de las librerías, por lo que deberían llegar al menos al 30% Yo creo que 10 euros es un precio razonable para empezar.
Pero sin duda, con la oferta y demanda, bajará bastante”. Olmos recapitula: “Normalmente se establecía el 10% del precio de venta para el autor, y estaba más o menos localizado el porcentaje que se llevaba el librero y el distribuidor; y obviamente también se conocen los gastos de imprenta. ¿Sería salomónico sumar todo lo que ahora no grava al libro y repartirlo al 50% entre autor y editor? No sólo no lo sé, sino que no me quita el sueño. Este asunto compete especialmente a los autores que reciben cientos de miles de euros por sus novelas. Seguramente encontrarán la solución, porque los escritores ricos a lo mejor no saben escribir, pero saben seguir siendo ricos”.

El síndrome del CD
En España, favorecidos por la laxa legislación, las leyes que salvaguardan la copia privada y una conocida alergia a pasar por caja, la respuesta acertada al “qué hacer” es urgente. Cada vez resulta más sencillo teclear en un buscador el título del último bestseller para hallar una o varias páginas que lo ofrecen en descarga inmediata y gratuita. De esta forma, el “síndrome del CD”, que seguía a veintitantos euros cuando en Internet se obtenía gratis, amenaza ahora la industria del libro, y no retóricamente. La parte de la tarta musical más sujeta a fórmulas ya caducas está a punto de desaparecer y sólo brilla en sus más innovadores formatos, como itunes o spotify.

En CEDRO, gestor de los derechos de los autores de obra escrita, admiten que esta vez sí, el lobo ronda, pero no parecen saber muy bien cómo defenderse. Afirma Magdalena Vinent, su directora, que “los autores se ven afectados por la piratería en Internet. Sus obras son escaneadas y descargadas ilícitamente. Está claro que cuando se extienda el uso de los dispositivos lectores puede que la piratería cause estragos en el sector del libro”. Frente a tales piratas los gestores ofrecen informar, atizar el fuego de la norma y ampliar contenidos pero no parece muy dispuestos a tocar precios (“¿cuánto más barato va a ser?”).
Joaquín Rodríguez relativiza la importancia que se arrogan estos gestores: “muy pocos autores viven de los derechos que la venta de sus libros genera. Apenas un 3% o 4% reciben pagos sustanciales de las entidades de gestión, lo que no resta ni un ápice su derecho a reclamar un pago compensatorio justo”.
Para los editores la solución pasa por “poner a disposición del público -según Santos Palazzi- sus títulos a un precio razonable y con una garantía de calidad. Simultáneamente, la administración debe disponer de los mecanismos jurídicos para perseguir y penalizar a las webs que ofrecen estos contenidos sin autorización. ¡A diferencia del músico, los autores no pueden dar conciertos ni salir a recitar sus libros!”, concluye Palazzi. Para Joaquín Sabaté lo más grave para el sector “puede resultar una gran demanda de contenidos y poca oferta, esto sí que puede alimentar la piratería”.

Lorenzo Silva insiste en señalar que “en el mundo digital todos somos creadores de contenidos. Hay que buscar canales para rentabilizarlos y maximizar su valor, y exigir reglas para que otros lo respeten y no se lo apropien”. Ivan Thays añade que “si no hay una ley buena, si los agentes literarios no defienden los derechos, si los editores no hacen campañas de venta de eBooks masivas y bien enfocadas, probablemente los escritores tendremos que trabajar en otra cosa para vivir y comer. Es decir, como sucede ahora”. Y Olmos: “Sería muy gracioso acuñar, sincopada con aquello de Larra de que „escribir en España es llorar', la frase: „Leer en España es delinquir'. En todo caso, el gran dinero de la literatura, escritores multimillonarios aparte, está en los concursos de provincia y en las conferencias del Cervantes, y ese coto privado parece que no va a sufrir daño alguno”.

Arcadi Espada concluye: “el problema no es técnico sino moral. Y, por lo tanto, la solución sólo puede venir desde la moral, es decir, desde el convencimiento y la represión. Escuela y cárcel. En este sentido no hay duda de que España es un país pionero y original que, fiel a su tradición de mitificación del bandolerismo, ha elegido llevar a la cárcel al autor. Lo que no deja de ser una solución del problema”.

Diccionario de urgencia
Digitalización: Operación de escaneado de libros para su posterior edición. Alude, por extensión, al proceso de conversión de los contenidos editoriales en libros electrónicos.
Dispositivo de lectura: Cualquier soporte (eReader, ordenador, teléfono móvil) que permita la lectura de contenidos.
DRM: Tecnologías utilizadas por las editoriales para limitar la copia de sus contenidos. Los más usados: el AZW y el ADE.
EPUB: Formato que se ha tornado estándar al facilitar que el contenido se adapte al tamaño de todos los dispositivos.
eBook (libro electrónico): Versión electrónica de un libro impreso. En castellano llamamos así, por error, a los eReaders.
eReader (lector electrónico): Cualquier dispositivo de tinta electrónica orientado a la lectura de libros o periódicos.
Tinta electrónica: Es una tecnología desarrollada para imitar la apariencia de la tinta en el papel. La más popular es la EINK.

12 de març 2010

Entrevista a Jesús Figuerola, President de l'Associació d'Editors del País Valencià


Entrevista a Jesús Figuerola from AEPV on Vimeo.


"Ningú no és capaç de dir què passarà amb el llibre digital en cinc o deu anys. Però necessitem ajudes per digitalitzar els nostres fons i que no ho controlen tot Amazon o Google"

9 de març 2010

El desafío de fijar el precio de un libro electrónico


(LA NACION, 09.03.2010)
Los conflictos de las editoriales con Amazon sobre el valor de venta de los e-books evidenciaron la necesidad de la industria de establecer costos aproximados que no alejen a los consumidores de las ediciones impresas.
En el mundo emergente de los libros electrónicos, muchos consumidores asumen que es lógico que las editoriales ahorren mucho al no tener que imprimir o distribuir libros en papel, lo cual deja espacio para transferir dichos ahorros a sus clientes.
Casi todas las editoriales están de acuerdo y es por eso que, en negociaciones con Apple, cinco de las seis editoriales de libros comerciales más importantes han expresado que establecerían el precio de la mayoría de las ediciones digitales de nuevos libros de ficción y de no ficción entre 12,99 dólares y 14,99 dólares en el dispositivo iPad, que está próximo a salir, un precio significativamente más bajo que el promedio de 26 dólares para un libro de tapa dura.
Sin embargo, las editoriales también dicen que los consumidores exageran los ahorros y que han desarrollado expectativas irreales respecto de cuánto pueden bajar los precios de los libros electrónicos. Sí, dicen, los costos de impresión pueden desaparecer pero siguen en vigencia un montón de gastos que se aplican a todos los libros, como costos operativos, marketing y regalías. Todo esto hace que surja la pregunta: ¿Cuál es el costo real de producir un libro impreso, en comparación con uno digital?
Las editoriales difieren respecto de cómo explican varios costos pero, según entrevistas con ejecutivos de varias casas editoriales importantes, un panorama combinado, y necesariamente simplificado, podría ser el siguiente:
En una típica edición en tapa dura, la editorial establece un precio minorista sugerido. Supongamos que es 26 dólares. Por lo general, el vendedor pagará a la editorial 13 dólares. De esos ingresos brutos, la editorial paga alrededor de 3,25 dólares para imprimir, almacenar y despachar el libro, incluyendo las copias no vendidas que los vendedores devuelven a la editorial. Por el diseño de la tapa, la composición tipográfica y la corrección de estilo, la editorial abona aproximadamente 80 centavos. Los costos de marketing son de 1 dólar en promedio pero pueden incrementarse o disminuir según el título. La mayor parte de estos costos serán marcados sobre una base unitaria conforme el libro venda más copias. No olvidemos al autor, a quien generalmente se le paga una regalía del 15 por ciento sobre el precio de la edición en tapa dura, el cual en un libro de 26 dólares es de 3,90 dólares. Para los grandes autores de best-sellers, e incluso para aquellos escritores ocasionales que publican por primera vez y cuyas editoriales han aceptado el riesgo, el anticipo puede ser tan importante que el autor efectivamente obtiene una porción mayor de los ingresos brutos. En general, las editoriales asumen que se descontarán una parte de los anticipos de muchos autores porque éstos no se recuperan en las ventas. Sin esos descuentos, a la editorial le quedan 4,05 dólares, de los cuales debe pagar a los editores, a los diseñadores de arte de las tapas, la oficina y la electricidad antes de ver su ganancia.
Ahora veamos un libro electrónico. En virtud de los acuerdos establecidos con Apple, las editoriales fijarán el precio al consumidor y el minorista actuará como agente, que ganará una comisión del 30 por ciento por cada venta. De modo que en un libro electrónico de 12,99 dólares, la editorial gana 9,09 dólares. De ese ingreso bruto, la editorial paga alrededor de 50 centavos para convertir el texto a un archivo digital, hacer la composición tipográfica en forma digital y corregir el estilo. Asimismo, los gastos de marketing son de aproximadamente 78 centavos. La regalía del autor, un tema de enorme debate entre los agentes literarios y los ejecutivos de las firmas editoras, se calcula entre algunas de las grandes editoriales
comerciales como el 25 por ciento de los ingresos brutos, mientras que otras la calculan del precio al consumidor. De modo que en un libro electrónico de 12,99 dólares, la regalía podría ser de entre 2,27 dólares y 3,25 dólares.
A simple vista, pareciera que el libro electrónico es más rentable. Pero las editoriales destacan que este tipo de libro todavía representa una pequeña porción de las ventas totales, del 3 al 5 por ciento. Si las ventas de libros electrónicos comienzan a reemplazar a algunas ventas de libros impresos, dicen las editoriales, aun así tendrán muchos de los costos fijos asociados con las ediciones impresas, tales como el espacio para almacenamiento de datos, pero estarán diseminados entre una menor cantidad de copias impresas. Y lo que es más, en el actual modelo impreso, las editoriales pueden recuperar muchos de sus costos y comenzar a obtener mayores ganancias con las ediciones impresas. Si las editoriales comienzan una nueva era de los libros electrónicos a un precio similar a las versiones impresas, y luego reducen el precio, puede llegar a ser más difícil cubrir los costos y respaldar a nuevos autores.
Otra de las razones por las cuales las editoriales desean evitar los precios más bajos de los libros electrónicos es que quienes venden libros impresos, como Barnes & Noble, Borders y otros libreros independientes del país no podrán competir. A medida que más consumidores compren lectores electrónicos y se acostumbren a la lectura digital, si el precio de los libros electrónicos es mucho menor que las ediciones impresas nadie, excepto los aficionados y coleccionistas, querrá comprar libros impresos.
"Si quieres que las librerías sigan vivas, entonces querrás que esta movida de los e-books disminuya su velocidad", dijo Mike Shatzkin, director ejecutivo de Idea Logical Company, una consultora para editoriales. "La manera más simple de frenar a los libros electrónicos es no hacerlos demasiado baratos".
En varios sentidos, el rango de precio de 12,99-14,99 dólares para los libros electrónicos es un experimento. Con él, las editoriales parecen haber forzado a la retirada, por el momento, del precio de 9,99 dólares que Amazon ha ofrecido por las versiones para Kindle de la mayoría de las nuevas publicaciones y best sellers, pero todavía habrá que ver si los consumidores tolerarán eso.
Los precios de la música, por ejemplo, han estado bajo una significativa presión en la era digital: de 2000 a 2009, el precio de los discos, de las cintas y de otros formatos, que incluyen música digitalizada, bajó algo más del 3 por ciento, según el Índice Federal de Precios al Consumidor. Asimismo, los precios de los famosos libros recreativos se incrementaron algo más del 6 por ciento durante el mismo período.
Seguramente, las editoriales digan que sería difícil sostener un vigoroso negocio con precios mucho más bajos. Los márgenes se reducirían y sería más difícil fomentar nuevos autores. "En la mayoría de los casos, esta gente probablemente no gane enormes cantidades de dinero la primera vez que publica", dijo Carolyn Reidy, directora ejecutiva de Simon & Schuster. De hecho, la industria se basa en la convención de que el 70 por ciento de los libros publicados darán poco dinero, o nada, a la editorial una vez que se paguen los costos.
Algunos de estos libros pertenecen a escritores que están experimentando con la forma o con el género, o que no tienen un nombre reconocido. "Eres menos apto para aprovechar una oportunidad en una primera novela importante si no tienes el margen de ganancia del volumen de los grandes libros", dijo Lindy Hess, directora del Columbia Publishing Course, un programa que capacita a jóvenes que aspiran a tener un trabajo en la industria editorial. "La verdad sobre este negocio es que, con raras excepciones, nadie hace mucho dinero".
Para muchos autores, la fijación del precio es algo muy confuso. "Ninguno de nosotros sabe lo que cuestan los libros. Ninguno de nosotros sabe qué clase de ganancia tienen las editoriales de libros de tapa dura o rústica", señaló Anne Rice, autora de "Entrevista con el Vampiro" y de la serie "Songs of the Seraphim".
Ella dijo que no sabía si las editoriales habían escogido el precio correcto para los libros electrónicos. "Por lo que sé, un millón de libros a 9,99 dólares podría ser grandioso para un autor", expresó Rice. "Lo único que pienso que es un error es que la gente trate de poner obstáculos a los libros electrónicos o a Kindle y trate de evitar esta revolución construyendo una represa. No va a funcionar".

3 de març 2010

Bertelsmann anuncia la creación de un quiosco digital


(COMUNICACIÓN CULTURAL, 02.03.2010)
El grupo mediático y editorial Bertelsmann ha anunciado la creación de un quiosco digital durante el próximo otoño. La plataforma ofrecerá libros, revistas y diarios digitales procedentes de diversas editoriales, no sólo del grupo Bertelsmann (recordemos que la editorial Random House forma parte del grupo Bertelsmann). El proyecto está liderado por las empresas filiales del grupo Direct Group y Gruner+Jahr, a través de la empresa Deutscher Pressevertrieb (DPV).
Olaf Conrad, director general de DPV, ha confirmado que ya han contactado con una veintena de editoriales alemanas para que se adhieran a la iniciativa y ninguna de ellas ha rehusado. Bertelsmann no exige la exclusiva las editoriales, que podrán ofrecer sus contenidos a otras plataformas de distribución.

aNobii: la democràcia virtual dels llibres de paper


(LA INFORMACIÓ, 01.03.2010)

En ple auge del digital, amb el desembarcament dels eBooks amenaçant el món del paper, sorgeix un àrbitre inesperat: aNobii, una xarxa social dedicada als llibres.

Kindle, iPad, Cool-er, iPhone, alta resolució, baixa resolució, pdf. Un llibre no es compra, es descarrega. Un llibre es llig, però ja no sol, ni es toca quasi, ni fa soroll en girar la pàgina. Per als amants del paper són temps molt difícils. Progrés contra tradició. David contra Goliat. Però, estem segurs de qui és el gegant i de qui és el que al final gana? I sobretot, estem segurs que no puguen posar-se d'acord? La web, entre altres coses, és un camp privilegiat per a la resolució pacífica de les controvèrsies i en aquesta peculiar lluita entre el llibre de paper i el llibre virtual, la xarxa social dedicada als llibres aNobii funciona com un àrbitre disposat a fer la vista grossa perquè cap dels dos contendents s'adjudique el partit.

Dèsset milions de llibres, 16 idiomes i uns quants milers d'usuaris. No és Facebook, però aNobii també comença a ser una metrópoli virtual prou abarrotada, on els llibres no sols es lligen, sinó se “pugen”, es comparteixen, s'intercanvien, s'aconsellen, es comenten i fins i tot s'ordenen en una prestatgeria (que pot ser també “de fusta”, com les de veritat). La idea de crear una xarxa social en què es pogueren compartir llibres i lectures se li va ocórrer fa ja 5 anys a un jove d'Hong Kong, Greg Sung, un poc preocupat perquè no hi havia manera de trobar l'única una altra persona en la seua ciutat que havia comprat el mateix llibre que ell (un assaig sobre la Web 2.0 i no podia ser d'una altra manera) i en la mateixa llibreria. El nom d'aquest vivaç social network ve de l'Anobium Punctatum, un bestiola prou familiar que s'alimenta de fusta i de paper i que representa l'enemic número u per a les prestatgeria plenes de llibres.

L'origen, l'Anobium Punctatum

La veritat és que aNobii està replet de bestioles així, que vaguen per la web a la recerca de les llibreries dels altres. En un estona, la prestatgeria acabada d'estrenar ja ha sigut visitada desenes de vegades i ja han aparegut els primers “anobianos” que comparteixen els mateixos llibres o els mateixos gustos. O les mateixes aversions. Perquè a vegades el que més funciona de goma d'apegar en aNobii és la crítica despietada del llibre més venut i algunes paraules incendiàries que difícilment es trobarien en la columna d'un periòdic i menys en la contraportada d'un llibre. És molt difícil pensar que entre els “anobianos” no hi haja ja més d'un community mànager d'alguna editorial, però la vertadera força d'aNobii continua sent que cada un pot dir el que pensa d'un llibre sense ser ni més menys que un lector. Única competència requerida: saber gaudir de la lectura. Abstinga's: periodistes, crítics literaris i escriptors. I no és infreqüent que les llistes dels llibres més venuts o dels més amats es redissenyen.

Fa tres mesos, aNobii ha llançat també una aplicació per a l'iPhone que permet escanejar el codi de barres d'un llibre (exacte, com les caixes d'un supermercat) i emmagatzemar-lo immediatament en la prestatgeria o també en la llista de desitjos, perquè els altres sàpien els llibres que ens agradaria rebre en regal. Del paper a la web. I una altra vegada al paper: a Itàlia ha sigut recentment publicat un llibre (Il·ltre Tarlo della Lectura, V.V.A.A., Rizzoli, 2009) que arreplega les millors ressenyes dels llibres més populars en aNobii. Inútil dir que, només eixir en les llibreries, aquest llibre ja havia tornat a aNobii i a les declaracions d'amor o d'odi dels seus democràtics ciutadans. Qui guanyarà? El llibre de paper o el llibre virtual? És una pregunta lícita, però de moment, també a la llum del que passa en aNobii, no té cap sentit buscar-li una resposta definitiva. La web, una vegada més, podria sorprendre'ns.

Amazon lanza Kindle para la BlackBerry


(INFOLIBRO, 02.03.2010)
Amazon acaba de lanzar el Kindle para Blackberry, una aplicación gracias a la cual los usuarios de Blackberry podrán acceder a los libros digitales disponibles para Kindle. Entre otros, podrán comprar libros, leerlos (a todo color), navegar por el catálogo y sincronizar las anotaciones, los marcadores y la última página entre diferentes dispositivos. La aplicación es gratuita y está disponible para los modelos Bold (9000 i 9700), Curve (8900 y 8520) y Storm (1 y 2). Recordemos que el pasado 14 de diciembre, Amazon lanzó una aplicación Kindle para el iPhone, la cual, como comentaron algunos medios, salió con prestaciones limitadas por presiones de Apple.

1 de març 2010

Libros de texto digitales modificables

(COMUNICACIÓN CULTURAL, 25.02.2010)

Macmillan, uno de los cinco mayores editores de libros, también de libros de texto, va a incluir un software llamado DynamicBooks, que permitirá a los profesores universitarios editar y modificar los formatos digitales de libros de texto y personalizarlos para sus clases individuales.

Los profesores podrán reorganizar o eliminar los capítulos, sus planes de estudio, las notas, videos, imágenes y gráficos, y también, escribir o borrar en ellos. Este programa permite alterar texto y párrafos sin consultar a los autores originales o al editor del libro.

Macmillan tienen pensado comenzar a vender los 100 primeros títulos con este sistema en agosto. Las ediciones pueden descargar online para ser leídos en sus portátiles o en el iPhone. La empresa tiene previsto llegar a algún acuerdo con Apple para que estos libros electrónicos
puedan leerse en la iPad.

Estos eTexts modificables serán mucho más baratos que los libros de texto impresos tradicionales. Macmillan también ofrecerá ejemplares de impresión bajo demanda de las versiones de estos libros, con un precio cercano a los libros de texto tradicionales.

A los profesores, cada vez más familiarizados con los ebooks, les gusta la idea de poder incluir sus propios párrafos y textos y hacer las modificaciones que consideren oportunas, sin depender
exclusivamente del texto fijo.

El pròxim capítol dels llibres electrònics

(BAQUIA, 01.03.2010)
Més de dos milions d'adults tenen ja un lector electrònic, i això és només en Estats Units. L'últim Nadal, les principals marques es van quedar sense existències i van tindre que suspendre els encàrrecs almenys fins després de les festes. Ara que ja s'han instal·lat, cap a on van?

La primera cosa que es fa quan s'aconsegueix un aparell electrònic nou és presumir. Així que bona part d'aqueixos milions d'usuaris es trobaria amb la situació següent: Orgullosísimo, trau l'aparell de malls i el mostra als seus amics. La següent mitja hora la passa repetint "Que no, llets, no és tàctil". I no, no té colors, com la majoria dels llibres, no té colors. No veus que és com un llibre? I sí, ara que ho dius sí que es dóna un Aire al Telesketch.

La pantalla
Una de les coses en què més insistien els fabricants en vendre'ns aquesta nova fornada d'artefactes era com era de fantàstica la pantalla i la tecnologia de tinta electrònica. No té llum de fons, així que no et danya els ulls. Es llig perfectament, tant a casa com en la parada de l'autobús. Ni et recordaràs que no és un llibre.

I no obstant això, després de l'èxit que ha tingut la primera generació de lectors, és precisament la pantalla el que tot el món vol canviar. En la seua llista de cinc coses que tindran els següents lectors, la revista Wired mencionava el color, la pantalla tàctil, la flexibilitat, un programari millor i més contrast. Quatre de cinc en la pantalla.

Anem per parts. Per a començar, està l'Afan de fer a l'aparell tàctil, que és el que està de moda i qualsevol dia ens descobrirem exigint que la torradora siga tàctil.

Per ara, només dos models del Reader de Sony ofereixen aquesta possibilitat mantenint la pantalla de tinta electrònica. La Touch Edition permet fins i tot subratllar o fer anotacions. El segon model, la Daily Edition, és més limitat però permet passar les pàgines i navegar pels menús tocant la pantalla.

Amazon va comprar fa poc una xicoteta startup que fabricava pantalles tàctils, flexibles i capaces d'interpretar diversos punts de pressió al mateix temps. Molts mitjans van proclamar que la compra era el principi del Superkindle i una resposta a la suposada amenaça que va suposar el llançament de l'iPad, encara que el tablet d'Apple ha rebut més pals que flors (de nou, el telesketch resulta ser un inesperat paradigma tecnològic) i el Kindle és, suposem, líder del mercat. Només ho suposem perquè Amazon no dóna xifres de venda.

Altres han resolt l'assumpte afegint una segona pantalla, aquesta vegada tàctil i a color, davall de la principal. És el cas del Nook de Barnes & Noble i l'Alex de Spring Design. L'iPad, clar, és tàctil, però té una pantalla LED a color retroiluminada, que com ja sap tot el que es passe la vida enfront d'un ordinador, a la llarga li deixa a un els ulls fets una pena. També ofereix color l'últim a sumar-se a aquesta moda lectora, Nintendo. l'empresa nipona va presentar aquesta setmana la nova versió de la seua consola portàtil DS, la DSi XL, quelcom major que la seua predecessora i que oferirà llibres clàssics a partir de juny.

Encara s'ha de veure si la resta dels fabricants seguiran aquesta tendència i s'oblidaran de la tan aclamada tinta electrònica.

El programari
Passem de la cara d'aquests trastos al cervell: el programari.
Per a començar, no és rar que l'aparell en qüestió es quede penjat i hi haja que resetetjar-lo, normalment a causa d'una al·lèrgia alimentària al format rtf, per molt que la caixa diguera que era compatible. No obstant això, el major problema de programari té a veure amb la gestió de els llibres.

Un llibre en format pdf sol ocupar menys de 1000 KB. Un lector electrònic té entre un Giga i cinc de memòria. Així que en teoria un pot ficar un bon muntó de llibres dins.

No obstant això, els sistemes de menús són exasperants com a poc, i omplir la memòria dels aparell suposaria obrir-se pas entre nivells i nivells de carpetes a prova de despistats. Vaig ficar el llibre nou amb els llibres de terror, o amb els que em va passar el meu germà? I per què de sobte l'autor de L'illa del tresor és el tipus que va passar a pdf la seua versió de Butxaca?

Les segones pantalles del Nook i l'Alex faciliten un poc les coses, però encara pot millorar-se des del punt de vista del programari, més que del maquinari.

Multimèdia
En Alicia en el País de les Meravelles, Lewis Carrol remet al lector a les il·lustracions perquè, quin sentit té un llibre sense dibuixos? Açò es planteja un poc més difícil –quan no impossible- en els lectors de hui.

A més, l'il·lusionat comprador que voldria ficar còmics en el lector descobriria amb rapidesa que ampliar les imatges per a veure la lletra de la vinyeta no és una opció.

D'altra banda, molts dels models més populars reprodueixen música. Però quan parlem de lectors electrònics multimèdia anem molt més enllà. Vook és una empresa que combina el text amb imatges i música en els llibres, tant nous com tradicionals. Fa poc va rebre 2,5 milions de dòlars extra en finançament.

Qui sap si aquesta capacitat de combinar mitjans podria crear un nou gènere literari, el llibre multimèdia.

Internet
Finalment, però no per això menys important, està la qüestió d'Internet. A estes altures de l vida, un quasi se sorprén de veure un dispositiu sense connexió.

Kindle es connecta amb la botiga per connexió mòbil. Nook i Alex tenen WiFi, i alguns Models de Sony també. Encara que no és exactament un lector, l'iPad té connexió, amb i Sense 3G. No obstant això, per ara l'única cosa que molts altres models saben de connexions és que el cable es connecta a l'ordinador.

Estem davant d'un artefacte molt jove, i que a pesar de les seues carències ha tingut un gran èxit. Mike Serbinis, conseller delegat de la botiga de llibres electrònics Kobo, creu que en 2010 se vendran 15 milions d'unitats en tot el món. I també menciona un dels passos que més gent vol veure: que baixen de preu.